Este feriado de todos santos, Bolivia muestra su diversidad de costumbres y tradiciones, identificando las creencias de varias familia del país. Ya sea en el oriente o en el occidente, las costumbres llenan los mausoleos de los cementerios, demostrando que aunque los años pasen la cultura popular se mantiene para gran parte de los bolivianos.
Doña Josefina Urriolagoitia, oriunda de la ciudad de sucre, cuenta que una de las costumbres que más ha perseverado en el tiempo es la de preparar comida para todos los familiares y amigos, en especial el plato favorito del difunto. Tras el almuerzo se arma una supuesta tumba, también conocida como altar o mesa. En ella se coloca una serie de símbolos hechos de pan, que significan “el camino al mundo del más allá”, es decir el cielo. Otras de las tradiciones vigentes en el occidente del país, son las famosas “t´nt´a wawas”, que son panes de queso, galletas, bizcochuelos, en forma de escaleras, caballos, bebes y coronas,
En la zona oriental, hay un amplio comercio de flores, velas, artículos religiosos y vivanderas, que se ubican alrededor de los cementerios. La señora Arminda Cajías, vendedora de flores hace varios años, afirma que el promedio de ventas de un mes es equivalente a la ganancia de estos dos días. Ella, junto con varios otros comerciantes, fueron reubicados recientemente por la alcaldía para mayor comodidad al "Paseo de las flores" al lado del cementerio general de Santa Cruz.
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